Videojuegos: allí es donde los extremistas reclutan nuevos fanáticos

Los servicios de inteligencia estudian cómo grupos terroristas reclutan a través de videojuegos. Un estudio en *Frontiers in Psychology* revela que plataformas de juegos, con chats y transmisiones en vivo, se usan como zonas de radicalización. Los extremistas canalizan a usuarios desde redes sociales hacia estos espacios, aprovechando la moderación limitada.
El extremismo de derecha es el más común, con contenido supremacista, neonazi y antisemita, junto a misoginia, racismo y teorías conspirativas como QAnon. También hay presencia islamista y glorificación de tiroteos escolares, violando normas pero evadiendo detección.
Juegos hipermasculinos, como shooters, atraen a extremistas, facilitando conexiones entre desconocidos. Tras el primer contacto, las interacciones migran a plataformas menos reguladas, donde se comparte propaganda y se recluta.
Preocupa la exposición de jóvenes a influencers extremistas que mezclan streaming con narrativas radicales. Expertos piden mayor comprensión policial de estas plataformas y educación sobre riesgos de radicalización.
Moderadores enfrentan desafíos: políticas inconsistentes, contenido dañino masivo y símbolos ocultos que evitan filtros. La IA ayuda, pero falla con memes, sarcasmo o frases ambiguas como "Te voy a matar".
Allchorn destaca que estas plataformas dan acceso a públicos jóvenes e influenciables, siendo clave para el reclutamiento. A diferencia de redes sociales, los videojuegos han pasado desapercibidos como focos extremistas.
No hay una plataforma preferida, y muchos usuarios ignoran cómo reportar contenido extremista o sienten que sus denuncias no se toman en serio.