Un millón de 'gamers' se rebela contra los fabricantes: «Dejen de matar videojuegos»

Una campaña ciudadana para evitar que los videojuegos tengan fecha de caducidad ha reunido casi un millón y medio de firmas. Presentada a la UE, la iniciativa busca legislar para impedir que las licencias funcionen como alquileres, ya que muchas compañías dejan de dar soporte a juegos antiguos, obligando a los usuarios a comprar nuevas versiones. Alemania lideró las firmas (306.399), seguida de Polonia (156.463) y España (127.456).
El Parlamento Europeo debatirá la propuesta, respaldada por el vicepresidente Nicolae Ștefănuță. Stop Killing Games denuncia que las empresas retiran soporte para fomentar compras de nuevos productos. Aunque algunos juegos siguen funcionando sin mantenimiento, otros quedan inaccesibles, especialmente en modo online.
Video Games Europe y Ubisoft se oponen, argumentando que mantener servidores es costoso y que los términos de servicio son claros. El conflicto surge porque los juegos ya no se venden como productos físicos, sino como servicios digitales. En EE.UU., algunas leyes prohíben revocar derechos de uso sin aviso, pero en Europa las normativas son más protectoras.
Además, plataformas de gaming enfrentan polémicas por la retirada de juegos para adultos, tras presiones de Visa y Mastercard. El sector, en constante transformación, mueve cerca de medio billón de euros anuales, pero estos conflictos muestran la tensión entre empresas y consumidores.