Plataformas de videojuegos retiran contenido adulto por la presión de los grandes procesadores de pago
La organización australiana Collective Shout, conocida por campañas contra contenido sexualizado, presionó a minoristas y procesadores de pago para retirar juegos como 'No Mercy', un simulador de sexo no consentido. Su campaña en change.org logró que miles contactaran a Visa y PayPal, lo que llevó a Steam e Itch.io a endurecer sus políticas.
Aunque algunos juegos eliminados tenían contenido polémico, otros con valor artístico, como 'Consume Me' (sobre trastornos alimenticios) o 'The Tearoom' (sobre persecución a homosexuales en los 60), también fueron afectados, generando críticas por censura indirecta.
El problema central es que los procesadores de pago ahora deciden qué contenido puede venderse, sin regulación legal, solo mediante filtros comerciales. Aunque las medidas comenzaron en 2025, persiste la incertidumbre sobre si se extenderán a otras plataformas o consolas como PlayStation y Xbox.