Olvida los videojuegos: el mejor pasatiempo que hace a los niños más inteligentes y mejora su motricidad

En un mundo lleno de pantallas y tecnología, muchos padres buscan alternativas más enriquecedoras para el tiempo libre de sus hijos. Una opción milenaria que está resurgiendo es modelar barro o arcilla, una actividad manual y creativa que estimula el desarrollo cognitivo y físico de los niños. Esta práctica fomenta la imaginación, la concentración y la motricidad fina, además de fortalecer el vínculo familiar.
Trabajar con arcilla enseña valores como paciencia, perseverancia y observación, permitiendo corregir errores y aprender del proceso. Los niños pueden crear desde piezas decorativas hasta objetos funcionales, sintiendo que sus creaciones tienen un propósito.
Entre sus beneficios destacan el desarrollo de la motricidad fina, la mejora de la coordinación y la concentración, actuando incluso como una forma de meditación que reduce el estrés. También refuerza la autoestima al completar proyectos y enseña a gestionar la frustración cuando algo sale mal. Además, inculca disciplina al seguir reglas como respetar tiempos de secado.
En definitiva, el modelado de barro es una actividad integral que combina creatividad, aprendizaje y crecimiento emocional.