La Generación Z compra menos videojuegos que las generaciones mayores y las compañías no saben qué hacer: 'Prefieren viajar'

Durante décadas, la juventud se asoció directamente con los videojuegos. Sin embargo, los datos más recientes indican un cambio de tendencia que preocupa al sector. La Generación Z ha reducido su gasto en videojuegos en torno a un 25% en el último año, un descenso muy superior al de otros grupos de edad. Todo apunta a que esta reducción no es coyuntural, sino estructural. El fenómeno se debe a las condiciones económicas que atraviesan los jóvenes, como los préstamos universitarios y el encarecimiento general de la vida, que les obligan a priorizar gastos esenciales. En España, los menores de 35 años han visto caer su poder adquisitivo un 8% en el último año. En este contexto, los videojuegos compiten con otros gastos de ocio que han ganado prioridad, como los viajes o los conciertos, mostrando una preferencia por las experiencias únicas e inmediatas. Además, por primera vez, las consolas han subido de precio en lugar de abaratarse, y los juegos triple A superan con frecuencia los 70 euros. Esto reduce el acceso para quienes tienen menos liquidez. El ocio digital, aunque sigue presente, ya no monopoliza su tiempo ni su presupuesto, en parte gracias a los juegos gratuitos que absorben el entretenimiento sin requerir gasto. Entre la presión económica y la diversificación de intereses, la Generación Z está rompiendo con el patrón de consumo que definió a sus predecesores.